Entre los cantos que emite el copetón destacan los silbidos, los gorjeos armoniosos a trinos suaves y zumbidos poco musicales, aunque este último es solamente emanado por los machos. Son aves pequeñas con picos cortos y robustos adaptados principalmente para comer semillas, aunque algunos logran tener la capacidad de ingerir frutas.

Son fáciles de reconocer pues tienen un plumaje en forma de cresta, su cabeza grisácea está decorada con dos listas negras en la coronilla, teniendo dos corrales: uno en la nuca y otro en el cuello. Su cuerpo está conformado por el negro y el café, tiene su garganta de color blanca bordeada por parches y líneas negras. Si bien no es una especie en peligro de extinción en Bogotá y otras ciudades colombianas es amenazado por la presencia de animales domésticos y otras aves quienes destruyen sus huevos para poner los de ellos.

Pero el copetón no solo hace parte del paisaje de Bogotá y de la Sabana, desde 1950 hay registro que en la cultura popular copetón o copetona también hace referencia a una persona a la cuál las bebidas alcohólicas ya han surtido efecto y se encuentra en un estado medio de embriaguez.

En 1958 el Licenciado Enrique López C entregaba su trabajo investigativo para doctorarse en Filosofía y Letras. Su trabajo investigativo titulado “Terminología sobre la embriaguez en las regiones caldenses de Calarca y otras del mismo departamento” indagaba los diferentes términos utilizados por la cultura popular entorno al uso de bebidas alcohólicas.

Según los hallazgos de López las personas se referían a otra llamándola copetón o copetona cuando estaba en un estado de presunción y altanería del que está embriagado. Los habitantes de Calarca llamaban copetón a un ave de cresta y cantos arrogantes por lo cual fue utilizado para denominar este estado de semiebriedad “Juerguiando no cierra el pico y es festivo como un mico cuando ya está copetón”. Las migraciones a las ciudades y la evolución del lenguaje han llevado a que este término también se haya popularizado en Bogotá y sus alrededores.

Nuestra cerveza “Copetona”, tipo Belgian Blonde Ale, es una representación de los procesos sociales y su relación con la cultura, se identifica con el arraigo popular de la rica tradición cervecera Belga, conocida por su amplia variedad de estilos y su enfoque distintivo en la elaboración de cerveza. Aunque no existe una historia específica para cada cerveza individual, podemos explorar el contexto general de la cerveza belga y cómo surgieron estilos como la Belgian Blonde Ale.

La cultura cervecera en Bélgica tiene una larga historia que se remonta a siglos atrás. Los monasterios belgas, en particular, jugaron un papel crucial en el desarrollo de técnicas de elaboración de cerveza y en la experimentación con ingredientes. Los monjes trapenses y abadías producían cervezas variadas, muchas de las cuales se destacaban por su complejidad de sabores debido al uso de levaduras belgas únicas y una combinación única de maltas y lúpulos.

En el contexto de las Belgian Blonde Ales, es probable que este estilo evolucionara como una respuesta a la demanda de cervezas más ligeras y refrescantes en contraste con estilos más fuertes y oscuros. Aunque las Belgian Strong Pale Ales y Golden Strong Ales también tienen un perfil de sabor similar, las Belgian Blonde Ales suelen ser más moderadas en cuanto a contenido alcohólico.

El interés en la diversidad de estilos y sabores de cerveza en Bélgica llevó a una cultura de experimentación continua. Las cervecerías belgas, grandes y pequeñas, han contribuido a la expansión y evolución de estilos, y la Belgian Blonde Ale es un ejemplo de la adaptabilidad y creatividad que caracteriza a la escena cervecera belga.

Hoy en día, las cervezas Belgian Blonde Ale son apreciadas tanto en Bélgica como en el ámbito internacional. Muchas cervecerías artesanales en todo el mundo han adoptado este estilo y han creado sus propias interpretaciones únicas, manteniendo viva la tradición cervecera belga y su legado de innovación.

Ambos elementos, el copetón y la Belgian Blonde Ale, son parte integral de sus respectivas culturas, reflejando la conexión única entre las experiencias humanas y la naturaleza, ya sea a través de las celebraciones festivas en Bogotá o las tradiciones cerveceras en Bélgica. Nuestra cerveza Copetona es un homenaje a la manera en la cual las culturas populares se han relacionado con su entorno, describiendo sus fiestas y celebraciones a través de la naturaleza que les rodea y acompaña diariamente.