La Negra del Gaitán y su historia

Tipo: Stout

Descripción:

La Negra del Gaitán es una cerveza tipo Irish Stout con algunas notas características a cacao y café. Una Stout con sabor tostado característico de las maltas oscuras, adecuadamente pronunciado y balanceado entre dulzor y la sequedad final.

 

Nos inspira una de las bebidas típicas de Bogotá: El Chocolate santafereño, sus modos de preparación y las tradicionales chocolaterías que permanecieron por mucho tiempo en la vieja Santa Fe y que hoy, en muchos barrios vuelven a renacer.

LA NEGRA DEL GAITÁN es una cerveza tipo STOUT que cuenta con adición de nibs de cacao en la parte final de su maduración. Oscura y de buen cuerpo, esta pola tostada nos ofrece una experiencia de aromas y sabores muy enfocados en las maltas oscuras con sus características notas a chocolate y un amargor moderado.

La alquimia que nace de maltas de primera calidad y la adición de los mejores lúpulos, se toma un buen tiempo de maduración para brindarle una bebida fuera de serie.

Historia

La cerveza “La Negra del Gaitán” encuentra su identidad en una fusión única entre la rica historia de la Cerveza Stout y el vibrante Barrio Gaitán de Bogotá. Inspirada en la tradición cervecera que evolucionó desde las Porter londinenses hasta las modernas Extra Stouts, la cerveza adopta el legado de la audacia de Guinness y su innovación con maltas oscuras y copos de cebada en la década de 1950.

La elección del nombre “La Negra del Gaitán” se convierte en un tributo a la conexión emocional entre la comunidad del barrio y Jorge Eliécer Gaitán, pues nuestra primera planta de producción se ubicó en el Barrio Gaitán al occidente de Bogotá, en la cual hay un paralelismo que refleja la misma devoción que las Stout irlandesas tuvieron hacia su evolución cervecera desde el siglo XVIII.

El término “Negra” puede evocar las maltas oscuras y tostadas utilizadas en las Stout, mientras que la referencia a Gaitán añade una capa de significado cultural e histórico. Por un lado, la Cerveza Stout, con su origen ligado a las Porter londinenses y conocida originalmente como “Stout Porter”, ha forjado una historia cervecera intrigante.  

La cerveza Stout es un tipo de cerveza oscura y fuerte, que se originó en Gran Bretaña, incluyendo Londres. Aunque hay varios subtipos de Stout, el más conocido es el “Dry Stout”, que se popularizó con la famosa cerveza Guinness.

La historia de la Stout se remonta al siglo XVIII en Londres, donde las cervecerías comenzaron a producir cervezas oscuras y fuertes que eran más robustas que las cervezas porters tradicionales de la época. La palabra “Stout” en inglés significa fuerte, y se utilizó para describir estas cervezas más sustanciosas. El Dry Stout es conocido por su color oscuro que puede variar desde un marrón profundo hasta el negro. Tiene un sabor tostado con notas de café y chocolate y a menudo presenta un cuerpo completo y cremoso.

El estilo evolucionó de los intentos de capitalizar el éxito de las Porter de Londres, pero originalmente refleja un cuerpo e intensidad más completo, más cremoso, más “Stout”. Guinness comenzó́ elaborando solo Porter en 1799 y un “tipo más corpulento (stouter) de cerveza” alrededor de 1810. Las Stout Irlandesas divergen de la Stout simples de Londres (o simplemente Porter) a finales de 1800, con un énfasis en las maltas más oscuras. Guinness fue de las primeras cervecerías en usar malta “Black Patent” para Porters y Stouts en la década de 1820. Guinness fue de las primeras cervecerías en usar malta “Black Patent para Porters y Stouts en la década de 1820, también comenzó a utilizar cebada tostada después de la Segunda Guerra Mundial, mientras que los cerveceros de Londres continuaron utilizando malta marrón. Guinness incorporó el uso de copos de cebada en la década de 1950, aumentando en gran medida la atenuación. Guinness Draught se lanzó́ como marca en 1959 y las botellas y latas Draught se desarrollaron a fines de los años 1980 y 1990.

Por otro lado, los orígenes del barrio Gaitán coinciden con la fase de expansión de Bogotá en la década de 1930. Dicha expansión se dio hacia el occidente y el norte de nuestra Sabana en los terrenos de lo que fue la finca “La Providencia”, misma que durante la época colonial fue parte de una merced de tierras entregada a uno de los primeros colonizadores que llegaron con la expedición de Gonzalo Jiménez de Quesada. 

Durante el proceso de urbanización de Bogotá, la finca, propiedad de los hermanos José Joaquín y Miguel Antonio Castro, fue vendida en 1932 a Rubén Possin para edificar uno de los primeros barrios obreros de la capital. Possin era un migrante judío que había escapado de Europa cuando el nazismo comenzaba a tener auge en Alemania. Para algunos historiadores, como Enrique Martínez Ruiz, los judíos migrantes se incursionaron en la actividad de urbanizadores privados durante la primera mitad del siglo XX ya que fue un lucrativo negocio que les permitió acumular el capital necesario para rehacer sus vidas tras su exilio de Europa.

La urbanización del barrio La Providencia estuvo a cargo de la empresa Rubén Possin & Compañía, iniciativa privada liderada por Possin junto a su cuñada, Tila Gutt. Aunque la construcción de los primeros barrios obreros respondía al incentivo que el gobierno nacional otorgó a Bogotá para construir hogares que cumplieran las garantías necesarias de sanidad para mejorar la calidad de vida de las clases menos favorecidas, las acapararon empresas privadas financiadas con capital extranjero.

Para la planeación de la urbanización se contrató al arquitecto Alberto Manrique Martín quien en sus planos graficó 55 manzanas y 728 lotes, los cuales tenían en promedio entre 250 y 300 metros cuadrados.

Durante la década de 1930 se da el tránsito de la urbanización adecuada con servicios públicos a la construcción de viviendas en los primeros lotes. Esta primera fase del barrio la conformaron migrantes del campo que buscaban trabajo en las nuevas fábricas del país, producto de la industrialización. Comenzaron construyendo sus hogares con materiales precarios, que luego reemplazaron por otros más duraderos. Para 1949 el barrio se había consolidado en un 60%, siendo las casas de las mazanas cercanas al Río Arzobispo las últimas en edificarse.

El barrio rápidamente se consolidó como un sector importante para clase obrera y comenzaba a tener relevancia en la urbanización de Bogotá. Para 1930 el barrio se encontraba aislado de la ciudad cuya única compañía eran los barrios Santa Asofía, Doce de Octubre y San Fernando, todos de origen obrero y que paralelamente se estaban consolidando en el sector. Sin embargo, para la década de 1940 se construyen dos instituciones cercanas al barrio las cuales desde entonces han estado estrechamente relacionadas: la Escuela Militar de Cadetes construida en 1942 y el claustro fundado por las Hermanas del Buen Pastor.

Los primeros habitantes del barrio eran de Cundinamarca, Boyacá y Santander, y la mayoría eran seguidores del Partido Liberal. Por ello, intentaron adecuar sus viviendas guiados por las políticas de higiene promulgadas por Jorge Eliecer Gaitán para garantizar la sanidad del barrio. Si bien la relación entre la clase obrera bogotana y Jorge Eliecer Gaitán tuvo sus altibajos durante su alcaldía, los liberales del barrio La Providencia siguieron respaldándolo y llegaron a rebautizar el nombre de la escuela del barrio como Grupo Escolar Jorge Eliecer Gaitán.

La salida de Gaitán como Alcalde en 1937 y su reelección al Concejo Municipal de Bogotá ese mismo año en representación de la clase obrera hizo que se afianzara la relación entre los barrios obreros y el ahora líder del pueblo. Como parte del reconocimiento de las necesidades de las clases obreras Gaitán decidió visitar distintos barrios y con frecuencia jugaba tejo en ellos, siendo el Campo Villamil, localizado en el Siete de Agosto, uno de los más importantes para lograr acercarse de manera informal a la comunidad.

Meses después del magnicidio de Gaitán el 9 de abril de 1948, los habitantes del barrio La Providencia, aun tristes y expectantes por el destino del país, solicitaron al Concejo de Bogotá el cambio de nombre su barrio llamándolo Jorge Eliécer Gaitán.

Fue el concejal Humberto Hernández quien en sesión extraordinaria del 9 de junio de 1948 expuso la solicitud de la comunidad del barrio. Finalmente, la solicitud fue aprobada mediante el Acuerdo 67 de 1948 por el cual se modificaba la denominación del barrio de La Providencia por la de Jorge Eliécer Gaitán, como un homenaje de la comunidad a su amigo y líder político.

Desde entonces el barrio Gaitán se fue consolidando urbanísticamente y convirtiéndose poco a poco en un enclave social y económico importante de la ciudad. Si bien inicialmente el barrio se caracterizó por ser residencial obrero, la Secretaria de Obras Públicas permitió la presencia de industrias como medio de subsistencia de las familias que allí residían. Poco a poco lo residencial y lo industrial se fueron mezclando, dando como resultado un barrio que sigue siendo habitado por familias que llegaron desde la década de 1930 y que configuraron importantes negocios y empresas, en especial plantas de producción pequeñas, arreglos e importaciones de piezas automovilísticas y recientemente fábricas de producción de pintura.

Así, “La Negra del Gaitán” no solo celebra la maestría cervecera, sino que rinde homenaje a la historia del barrio y a la resistencia de la comunidad frente a los desafíos del presente. En este nombre convergen la tradición cervecera y la memoria colectiva del Barrio Gaitán, creando una cerveza que no solo deleita el paladar, sino que también cuenta una historia de valentía, identidad y evolución.

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