Las historias populares narran que vivió en la vereda El Alto cerca a Fusagasugá, allí cuidada de los jardines de su casa y de la escuela en donde era profesora con gran cariño y esmero. Una mujer de fuertes convicciones quien a través de las flores rojas y sus clases revolucionarias incitaba a sus estudiantes a formarse en el Ejercito Liberal para luchar en las batallas que acontecieron durante el siglo XIX y XX.

Víctima de la guerra bipartidista que azotaba a Colombia desde mediados del siglo XIX, Margarita perdió a su esposo, Nemesio Gutiérrez, tras la derrota de los militantes del liberalismo en la Batalla de Palonegro, durante la Guerra de los Mil Días. En 1902, tras recibir la noticia de la muerte de su esposo, fue arrestada por órdenes del general conservador Arístides Fernández, quien decidió apresarla por su fama de activista liberal.

Según las tradiciones orales un grupo armado la arrestó la mañana de un domingo junto a su único hijo, Miguel Gutiérrez, de 20 años quien también hacia parte de la causa liberal. La influencia de políticos liberales y conservadores la salvaron de la muerte en aquella ocasión, pero su hijo fue torturado y posteriormente fusilado en la Plaza de Fusagasugá. Aunque Margarita siempre rebelde intentó impedir el fusilamiento no logró salvar la vida de su hijo, un hecho que siempre la acompañó.

Viuda y sola quemó su casa de toda la vida, decidió trasladarse a Bogotá llevándose con ella una corona de flores rojas de su jardín y una bolsa con ropa y las escrituras de las pocas propiedades que ostentaba. En la capital enterró a su hijo en el Cementerio Central y prometió visitarlo todos los días, hecho que cumplía pues todos los días adornaba su tumba con flores en honor al Partido Liberal y a los héroes de la patria.

Influenciada por su vocación de docente abrió una casa en la cual atendía y albergaba personas necesitadas: trabajadoras sexuales, habitantes de calles y personas con problemas de adicción, acción que para la época fue tildada de inmoral. La casa estuvo rodeada por un jardín de flores rojas y que según algunas personas recibía el nombre de “Casas Viejas”.

Cuentan que Margarita estuvo en la Plaza de Bolívar el día del asesinato del senador Rafael Uribe Uribe, dicen que él cayó cerca de sus brazos y que desde ese momento perdió el sentido de la vida y que desde ese momento comenzó a desconfiar de los sacerdotes y las monjas, incluso algunos afirman que dejó de ir a las iglesias y al cementerio y que todos los días se paraba en la Plaza y gritaba “¡Que viva el Partido Liberal!”.

Su apodo “La Loca Margarita” nace de esos primeros años en la capital, pues cuentan que durante esa época deambulaba por las calles de Bogotá, iba del cementerio a todas las iglesias que existían en la capital, vestía un vestido de color rojo o blanco, iba siempre descalza, aunque tuviera unos zapatos rojos que le proveían sus compañeros liberales, bien peinada y arreglada, aunque cargaba con ella siempre una bolsa en donde tenía las escrituras de la casa y una cartilla para enseñar a leer. Al parecer el dolor por la muerte de su hijo nunca pudo superarlo.

Por casualidades de la vida llegó a ser acogida por mujeres de la alta sociedad bogotana, cuentan que con ellas compartía tertulias acompañada de bizcochos y tazas de chocolate. Pero sus más valiosos amigos eran habitantes de calle como ella, dicen que tuvo una gran amistad con “El Negro Chivas” compañero de calle y oriundo del Chocó. Al parecer fueron tan cercanos que Margarita, enferma y envejecida, lo espero en su lecho de muerte para despedirse de él.

La cerveza “La Loca Margarita” encuentra inspiración en la cultura bogotana y la figura de Margarita. Al igual que la Irish Red Ale, esta cerveza presenta un color rojizo profundo que refleja la intensidad de la revolución que habitaba en Margarita. El equilibrio en su perfil de sabor, con notas de maltas caramelo y tostadas, es un homenaje a la vida de esta mujer única.

Siguiendo la tradición cervecera irlandesa de las Irish Red Ales, esta cerveza incorpora cuidadosamente los matices que hacen de este estilo una experiencia única. La cerveza de tipo ale irlandesa roja, también conocida como Irish Red Ale, tiene sus raíces en la tradición cervecera de Irlanda. Aunque no hay una historia específica que detalle el origen de este estilo, se cree que evolucionó a partir de las cervezas pale ales británicas, adaptándose a los gustos locales y a los ingredientes disponibles en Irlanda.

A medida que la tradición cervecera irlandesa se desarrollaba, las cervezas rojas ganaron popularidad, y muchas cervecerías irlandesas comenzaron a producir sus propias interpretaciones del estilo. Aunque la Irish Red Ale tradicionalmente se asocia con Irlanda, también se ha convertido en un estilo apreciado por cervecerías en otras partes del mundo.

La receta exacta de la Irish Red Ale puede variar de una cervecería a otra, pero en general, el uso de maltas especiales como la malta caramelo y la malta tostada contribuye al color y sabor característicos de estas cervezas. Además, las levaduras irlandesas utilizadas en la fermentación también pueden aportar matices específicos al perfil de la cerveza.

Margarita falleció en 1942 a causa de neumonía a sus 82 años. Dicen que el Partido Liberal en agradecimiento a su compromiso por la causa pagó su sepelio y la sepultaron junto a su hijo en el Cementerio Central, su tumba por muchos años estuvo decoradas con flores de un rojo intenso como reflejo de la revolución que habitaba en ella.

Así, “La Loca Margarita” simboliza la resistencia de las clases populares frente a los procesos de violencia que han afectado a Colombia, al tiempo que rinde tributo a la rica tradición cervecera que encuentra un eco en las Irish Red Ales, la cual hoy en día continúa siendo una elección popular entre los amantes de la cerveza, tanto en Irlanda como en otros lugares del mundo, logrando que cervecerías artesanales como la nuestra experimenten con esta variedad.